Pensamiento difuso: Cómo aprender mientras no estudias
¿Sabéis que echar unas canastas os puede ayudar a estudiar mejor? Suena bien, y lo mejor de todo, es científico. Os presentamos el pensamiento difuso.
Os hablábamos en nuestra última entrada, acerca del descanso entre exámenes, sobre lo importante que es dormir bien para relajarse entre exámenes, pero esta prescripción va mas allá, y no es solo una cuestión de levantarse con la cabeza como un bombo, o tener unas ojeras perpetuas dignas de un oso panda… no, es ciencia.
Cuando estamos en pleno proceso de exámenes, y el cerebro trabaja a contrarreloj tratando de memorizar toda aquella materia objeto de examen, el procesamiento de la misma es fundamental, y aquí es donde entra el pensamiento difuso.
La técnica de estudio del pensamiento difuso es una técnica clásica en cualquier lista que se precie acerca de cómo estudiar y preparar una oposición. Pero antes de ponernos a explicar cómo funciona el modo difuso de pensamiento vamos a ponernos en antecedentes.
Índice
Técnicas de estudio de oposiciones: Pensamiento difuso y enfocado.
¿Qué es el modo difuso y enfocado de pensamiento?
Pensamiento enfocado
Cuando resolvemos un problema, hay dos maneras en que podemos considerarlo: usar el pensamiento enfocado o usar el difuso. El pensamiento enfocado es bastante sencillo: está enfocado. Usamos el pensamiento centrado cuando realmente nos estamos concentrando en el asunto en cuestión. El pensamiento concentrado es un estado mental muy atento en el que el cerebro usa sus mejores habilidades de concentración en la corteza prefrontal para ignorar toda la información extraña.
Cuando estamos en nuestro modo de pensar centrado, es como si tuviéramos una mente de una sola vía para el asunto en cuestión. Las distracciones no existen. Ya sea que estemos practicando una habilidad específica, como los tiros libres o el avance lento a través de un problema matemático específico, el pensamiento centrado nos permite hacer un acercamiento directo a la información más pertinente.
Pensamiento difuso
El pensamiento difuso, por otro lado, mira el panorama general. A diferencia del pensamiento centrado, el pensamiento difuso se trata de distracciones. El pensamiento difuso sucede cuando dejas que tu mente divague libremente, haciendo conexiones al azar. El modo difuso de pensar no ocurre en ninguna área del cerebro, sino en todas partes. De hecho, esa es la belleza del pensamiento difuso: tu cerebro tiene la oportunidad de conectar los puntos y vincular los procesos neuronales.
Usualmente, el pensamiento difuso ocurre cuando haces otras cosas. Es por eso que tomar una ducha o salir a correr para tomar un descanso del estudio en realidad puede conducir a un avance importante. Mientras su mente consciente está relajada, tu cerebro puede formar una solución creativa a un problema o finalmente unir ideas.
Ahora que ya hemos diferenciado los 2 tipos de pensamiento vamos a entrar en detalle
Modo difuso de pensamiento: Definición
Para definir pensamiento difuso podemos decir que consiste en el ordenamiento y asimilación subconsciente de los conceptos aprendidos para que surjan cuando los necesitamos, de una manera coherente y efectiva.
Modos de pensamiento: ¿Cómo mejorar el pensamiento difuso?
Cualquier persona puede mejorar su pensamiento difuso. Se trata de una cualidad que todos poseemos en nuestro cerebro (opositores a magisterio incluidos) y que puedes aprender a usar sistemáticamente.
El pensamiento difuso puede ser entrenado, y sobre todo cuidado, en base a unos pasos a seguir y unas buenas prácticas de estudio que os explicaremos a continuación.
¿Y qué podemos hacer para activar el pensamiento difuso? La Doctora Barbara Oakley, profesora de Ingeniería de Sistemas e Ingeniería Industrial de la Universidad de Oakland, y coautora y profesora del MOOC Learning how to learn de la plataforma Coursera considera estas actividades como los mejores activadores del pensamiento difuso, además de permitirnos descansar de ese esfuerzo mental previo: ir al gimnasio, jugar al baloncesto o fútbol, correr o nadar, salir a conducir (una de nuestras favoritas), dibujar, escuchar música, dormir (el mejor y mayor activador conocido), echar una partida a algún videojuego, ver una serie o peli y charlar con algunas de nuestras personas favoritas.
Ya os avanzamos que no es tan complicado como parece, y si de verdad estáis rindiendo cuando estudiáis, y nos hicisteis caso en el anteriormente mencionado artículo… estáis en el camino.
Cómo estimular el modo difuso de pensamiento.
Al ser una técnica que se manifiesta subconscientemente, y que perpetuamente está trabajando en segundo plano, el pensamiento difuso no es algo que se tenga que aprender, sino que forma parte del cerebro de todos nosotros. Incluso hay expertos que opinan que en el mundo animal también está presente, como un mecanismo de defensa que permite vigilar el entorno (segundo plano) mientras se realizan otras tareas básicas como la alimentación, permitiendo así la detección de peligros y depredadores.
Así pues, lo que tenemos es que aprender a controlar y a maximizar esta multitarea cerebral, tan importante que puede llegar a marcar la diferencia en un proceso de estudio de tanta magnitud como unas oposiciones, en las que la cantidad de materia es tal que cualquier ayuda se agradece.
Son muchas las actividades que te permitirán estimular el modo difuso de pensamiento. Todas ellas están relacionadas con actividades que te ayudan a evadirte y desconectar de la actividad en la que has estado centrado/a. Entre ellas pueden estar:
Actividades para estimular el modo difuso de pensamiento:
- Hacer deporte en el gimnasio.
- Jugar a deportes en compañía (fútbol, tenis, baloncesto,…).
- Correr o nadar.
- Dar un paseo en moto o coche.
- Pintar.
- Escuchar música.
- Dormir (El mejor activador conocido de pensamiento difuso).
- Jugar a la consola.
- Hacer un maratón de series.
- Jugar a juegos de mesa con los amigos.
- Estar con tu pareja…
- Ir de pesca.
Ya ves que puede entrar cualquier actividad que te ayude a despejar tu mente y desconectar.
Las ventajas del pensamiento difuso pueden ser también indirectos, ya que al ser el descanso y el disfrute de ciertos ratos de ocio necesarios para su correcto desarrollo, además de importantes para que ese trabajo subconsciente sea efectivo, esto hace que el estudiante no los considere pérdidas de tiempo, ni se llegue a sentir mal al tomarse un momento para relajarse, si no incluso puede llegar a convencerse de que es algo que forma parte del proceso, y como tal imprescindible.
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Beneficios de la técnica del pensamiento difuso y enfocado
Identificaremos entonces 3 consecuencias positivas de dominar el pensamiento difuso:
- Nos permite descansar sin ningún tipo de reproches y remordimientos entre sesiones de estudio
- Ayuda a la asimilación de conceptos densos y complejos, gracias a la ordenación y la perspectiva que se gana con ella
- Permite disfrutar del ocio, y darle un carácter de necesidades que de otra manera sería inviable para el estudiante
Estos tres puntos unidos permiten a las múltiples áreas cerebrales que interactúan en segundo plano combinen los nuevos conceptos con los previos, consolidándose y ordenándose como parte de un todo, de forma inconsciente.
Claro que esto no se conseguirá con interminables horas de estudio traducidas a una lectura repetida de lo mismo una y otra vez, técnica con la que lo único que se consigue es agotamiento y pérdida de tiempo. Se precisa un trabajo enfocado e intenso, además de una gran comprensión lectora; en otras palabras, se necesita entender para poder aprender.
Pensamiento difuso para estudiar oposiciones
Repetimos el punto anterior; una lectura repetitiva y superficial de los temas a estudiar no conseguirá nada en términos de asimilación subconsciente. El aprendizaje profundo, otra manera de llamar al pensamiento difuso, requiere de una alternación entre el pensamiento enfocado (aquel en el que debemos estar mientras estudiamos, centrados al 100% en aprender y comprender) y el «modo» difuso, en el que nos dedicamos a otra cosa.
Así, desterremos pensamientos como «nunca voy a entender este tema«, «aún me quedan 15 temas, no puedo descansar«, «si me lo leo 234 veces más quizás...». No, esto no vale, y debéis desterrar para siempre la idea de que el estudio es machacar los apuntes con la vista una y otra vez. Por el contrario, para optimizar el estudio, seguid estos tres pasos:
Cómo estudiar mejor con el modo difuso de pensamiento
- Enfocad cada tema con todo el material adecuado y relevante que tengáis. Atención a las palabras en negrita; obviad recursos de última hora (Internet, nos conocemos) resúmenes milagrosos y anexos kilométricos de los que somos conscientes de su inutilidad cuando llevamos un 65% leídos. Coged vuestros apuntes, los libros de referencia, y tened a mano todo aquello que os pueda ayudar, y nada que os pueda distraer.
- Descansad, activando el pensamiento difuso. Después de dos contundentes y provechosas horas de trabajo, el tema no está del todo controlado, y hay cuestiones que aún se nos escapan, o no quieren quedar registradas en el coco. ¡No pasa nada! A otra cosa, nuestro modo difuso seguirá trabajando en ello, dándole vueltas a esos conceptos que por ahora bailan en nuestro subconsciente.
- Transcurridas 12 horas desde la sesión de estudio objeto del problema, volved a repasar la cuestión problemática. Vuestro cerebro ya ha tenido tiempo suficiente para organizar el tema, y ya ha dejado de reflexionar sobre el mismo, pero, Y ESTO ES LO IMPORTANTE, no ha olvidado esos chispazos de comprensión que ha generado fruto de su trabajo en segundo plano.
Poco a poco iréis optimizando vuestro pensamiento difuso, incorporándola a vuestros hábitos de estudio, aprendiendo como mejorar con ella (incidir en los temas más complicados con ella, volviendo en días posteriores al tema, etc.), y en definitiva, habréis aprendido cómo estudiar mejor, y ninguno de vuestros objetivos, sea la presentación del curso académico para vuestros alumnos o la preparación de una oposición, será demasiado complicado.
Ahora que hemos hablado un poco sobre los tipos de pensamiento, el modo concentrado y el modo difuso ¿Comprendéis un poco más el concepto de pensamiento difuso? ¿Qué ejemplos de pensamiento difuso se te ocurren?
Esperamos que este post os haya sido de utilidad. Y si tenéis alguna cuestión al respecto, no dudéis en contactarnos haciendo clic aquí.
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